Salón-Comedor/Cocina-Entrada

Habia cogido la limusina y por suerte no encontramos trafico, asi que en menos de 10 minutos me habia plantado frente a la casa de Alex. Baje de la limo diciendole al chofer que no hacia falta que me esperara, que podia volver en metro... aunque la verdad, me gustaria no volver.

Voy hacia el piso algo distraido sin darme cuenta que Alex esta sentado en un banco en la calle. Me paro frente a la puerta cogiendo aire y mirando hacia arriba como si fuera a verle ahi mirando por la ventana.

- ¡Ah! -pego un bote al oir la voz de Alex detras de mi y me giro.- Menudo susto me has dado, ¿sabes? -le miro sonriendo.- Buenos dias a ti tambien -digo algo sonrojado.

- Sera que me das miedo tu -respondo algo seco y me rio. Solo me asusto por los nervios que llevaba encima por volverle a ver, pero claro... no se lo iba a decir asi.- Vaya, que espacioso es esto -digo admirando la sala.

- Bueno, mi apartamento, donde viviamos antes de ir al Palace -aclaro- no es mucho mayor que este -le sonrio y me adentro un poco observandolo todo.- ¿Viviras solo aqui? -pregunto curioso.

- Uhm... -le miro pensativo ante su pregunta.- La verdad es que me levante y aun no he comido nada -saco la lengua niño.- ¿Que tienes por ahi que me alimente? -me rio, aquello podia sonar muy feo en una mente calenturienta.

- ¿Lo de los armarios va con cachondeo? -le miro serio.- La verdad es que me da igual, sorprendeme tu. A ver que me preparas -digo riendo.

- Salado, mejor -respondo riendo mirandole a los ojos.- Uhm... por la hora que es, seria ya casi una cena. Aunque tampoco quiero abusar tanto, puedo ir a cenar por ahi... o pedimos algo y que nos lo traigan -me muerdo el labio inferior timido.

- Ehm, si... claro -respondo riendo.- Con Serena tenemos por costumbre pasar las tardes de domingo comiendo pizza en el sofa mirando peliculas -me rio- Conozco un sitio donde las hacen riquismas.

- ¿Hacer pizzas en casa? -le miro alzando una ceja.- En mi casa nunca... Mi madre en la cocina, pff -me rio.- Pero me gustaria aprender, si me quieres enseñar, claro -sonrio amable.-

Sonrio escuchandole, se le veia emocionado con aquello y a mi tambien me gustaba poder hacer algo con mis manos. Me quite el jersei para estar mas comodo y me arremangue los puños de la camisa antes de lavarme las manos.

- Listo, gran Chef -digo al terminar de lavarme las manos.- ¿Por donde empezamos?

- No tienes unos guantes o algo -digo mirandole alzando una ceja.- Es que no quiero ensuciarme las manos -le miro presionando los labios pero se me escapa la risa.- Vale, vale... estaba e coña -digo mientras saco las masa de la caja y le echo agua como me dice. Empiezo a amasarla cerrando los ojos, aquello era genial.